DUEÑOS DE LA INCOMUNICACIÓN

Sólo sé lo que puedo ver,
sólo soy lo que me cuentan,
afuera, en este mundo,
en el segundo, en el tercero
en el otro y en los demás...

La violencia es permisible,
invisible al ojo, impronunciable,
irrenunciable, no se escucha,

por mucho que yo hable,

no se ve por ahí ni por aquí.

Sólo son muchas otras cosas
inapreciables.

Como peces en el agua,

nos movemos en la sociedad

de la desinformación,

entre bocanada y bocanada

se mueve nuestra intención.

Envenenando el medio;

hoy en el periódico y la radio,

mañana en la televisión.

Institutos de la mentira,

medios de incomunicación

de la bobalización.

Soy un pájaro que vuela libre

dentro de la jaula.

A veces oigo,

a veces escucho.

Soy pesimista, y vosotros

contáis desastre tras desastre.

El hecho cotidiano de la muerte,

no significa lo mismo en todas partes.

¿Quiénes son los amos?

Control de medios de comunicación,

olla a presión.

Todos los tipos de violencia utilizáis

en nombre de la ilegalidad internacional.

Ejecución subliminal,

de tribunales venerables.

Misión sagrada de justicia militar.

Donde ponéis el ojo ponéis la marca,

tenderos usureros de la globalización.

No descansáis para que los pueblos

no tengan la paz.

Dueños de nuestras esperanzas,

inundáis nuestras vidas a salvo

con imágenes de pobreza,

violencia y destrucción.

Haciendo habitual el horror,

a base de pánico

nos resulta familiar

la barbarie y el terror.

Lanzáis Promesas de libertad duradera;

canciones de cuna a reacción

que sobrevuelan,

libres como nubes,

sobre las cabezas inocentes y culpables,

descargando paquetes convencionales;

sueño neoliberal de uranio

empobrecido gratis.

Al mezclar sus partículas con el aire,

logra alcanzar un espectáculo,

inigualable.

Estallido de color,

miedo mediático,

racimos asesinos esparcidos,

que envenenan la tierra.

Tanto por ciento de ejecución,

semienterrado,

brillante cobarde,

espera a ser despertado

por los niños en sus juegos de guerra,

en la maldita eterna guerra.

¿Quiénes sois vosotros?

A los que hemos nombrado,

siempre los mismos.

No tiene límite vuestra ambición,

cualquier atrocidad cometéis

por ampliar mercado.

Se repite la estrofa a lo largo de la canción.

Mercenarios terroristas

son vuestros soldados.

¿Quiénes son ellos?

Siempre los mismos.

Se repite la estrofa a lo largo de la canción.

Pueblo que no existe.

Exterminados, oprimidos, torturados,

violados, desplazados, sentenciados.

Mano de obra barata,

esclavos en el supermercado,

trabajo desreglado.

Nosotros aquí,

dentro del círculo marcado.

Por contar el horror,

de vuestras guerras de paz,

somos marginados.

Atiborrados de comunicación basura,

mejor despistados, desinteresados.

Incultura. Gran negocio el del ocio.

El mayor; la ignorancia.

Educación; mejor la televisión,

Educar para,

consumir a discreción.

Sabemos que tenemos

la responsabilidad;

libertad democrática

de elegir a quien nos va a engañar.

Tenemos el tejado lleno de piedras

que nos hemos ido tirando,

lleno de pelotas que nos han ido pasando.

Tenemos que atrapar,

con las manos atadas,

un toro bravo por los cuernos.

Tenemos que manejar

en medio de la tormenta,

un barco a la deriva,

con el ancla echado.

Pero que nos queréis contar,

miles veces repetís vuestras falacias

para disfrazar la verdad.

Que no te confundan.

Deja de mirar para otro lado.

Yo decido dónde mirar, dónde buscar.

Puedo luchar más que nunca

en este reino de injusticia y lo sabéis.

Ahora tienes que decidir,

donde tú quieres mirar.

Aunque no lo parezca,

En nuestras manos está,

parar la brutalidad.